El exfoliante es ideal para limpiar e hidratar la piel, sin embargo dependiendo de las necesidades de nuestra piel debemos buscar ciertos ingredientes para mejorar la experiencia.

¿Cuándo usamos un exfoliante?
Lo primero que tienes que saber es que la exfoliación dentro de la rutina de limpieza no debe ser diaria, ya que puede causar irritación y desgaste de las células de tu piel, alterando el pH y favoreciendo la aparición de impurezas o reacciones adversas. Si quieres saber cuándo es el momento, revisa si tu piel se ve y se siente deshidratado, áspero, reseco o sin luminosidad. Además recuerda siempre hidratar la piel después de este proceso.
Esta rutina debe ser 2-3 veces por semana, en casos de piel muy seca incluso menos. El exfoliante permite que la piel se regenere para producir nuevas células, sin embargo, es necesario hacerla correctamente para evitar lesionar la dermis y provocar el efecto contrario. Te mostramos qué buscar en tu exfoliante según tu tipo de piel.
Piel seca
La piel seca puede manifestarse como áspera, escamosa, enrojecida debido a la perdida de agua y aceite. Por tanto, requiere mucha hidratación y debemos tener cuidado que los ingredientes del exfoliante no la resequen más, pues podrías presentar sensibilidad. Lo mejor, es que tu exfoliante tenga una base de enzimas que mantengan o favorezcan la hidratación de la dermis. Como mencionamos anteriormente este proceso debe ser menor cuando la piel es seca, cada 15 días será suficiente para notar la diferencia y obtener los resultados que estás buscando.
Piel grasa
Por el contrario, la piel grasa produce un exceso de lípidos que se caracteriza por un exceso de sebo que se traduce en un aspecto brillante. En este tipo de piel un exfoliante a base de ácidos será ideal para retirar el exceso de sebo y permitir que se hidrate correctamente, manteniendo un equilibrio; también son ideales aquellos elaborados con ingredientes provenientes de huesos de albaricoque, cáscaras de nuez, almendras u óxido de aluminio. Al existir una alta producción de grasa es recomendando exfoliar dos o tres veces por semana para hacer frente al brillo de la piel y mantenerla sana,
Piel Sensible
Este tipo de piel es reacciona irritándose o congestionándose ante la más pequeña agresión, es decir es una piel predispuesta a reaccionar antes a estímulos externos e internos. Debemos tener mucho cuidado con los productos que elegimos poner sobre nuestra piel, en estos casos se recomienda un exfoliante con alfahidroxiácidos o betahidroxiácidos que no dañan las capas profundas de la piel y sólo desprenderá la suciedad de la superficie. Asimismo, el uso de productos orgánicos/naturales que tienen menor impacto al ser más amable con la piel y tener menos predisposición de alergias.
Los productos naturales son aptos para todo tipo de pieles, especialmente indicada para las pieles sensibles. Los productos de limpieza e hidratación naturales presentan mejor absorción y oxigenación. El exfoliante ideal para todo tipo de piel es nuestro exfoliante de miel con la miel como ingrediente principal, se le atribuyen propiedades antibióticas, siendo un excelente antiséptico para las lesiones de la piel, ideal para combatir el acné e hidratar la piel. En pieles sensibles la miel representa una oportunidad de limpieza sin dañar la capa exterior por sus propiedad antibacterianas y antiinflamatorias que la hacen menos probable a causar reacciones alergias y por el contrario, ayuda a calmar la piel.

La exfoliación es una herramienta importante para limpiar impurezas en su superficie por causas como la contaminación, el sudor y la suciedad del entorno. En el mercado podemos encontrar una gran gama de productos, sin embargo, no debemos olvidar que cada producto es diferente entre sí y lo que le puede funcionar a un amigo, quizás a ti te cause una reacción alérgica.
¡Identifica tu tipo de piel y escoge el producto que más se adapte a tus necesidades!
Información consultada en https://blog.bodybrite.mx/exfoliante-facial-como-elegirlo