
Fany Argüelles Parra muestra sus manos cubiertas de abejas meliponas, que no tienen aguijón. Foto: © PNUD Mexico, PPD Mexico, Claudia Novelo Alpuche
En el estado de Yucatán, México, un grupo de apicultoras mayas son las mayores productoras del mundo de la miel melipona, un tipo de miel rara producida por un género de abejas neotropicales sin aguijón exclusiva de América Latina. Las trabajadoras se organizaron en una red cooperativa para fortalecer sus capacidades y juntas enfrentar los retos de su emprendimiento como cuidadoras de estas abejas nativas.
El desarrollo de nuestro proyecto apícola en nuestras granjas propicia una fuente de ingreso, brinda apoyo con espacios e insumos para desarrollar la actividad, fomenta una capacitación constante para mejorar la crianza de las abejas y una producción de miel de la más alta calidad.
Te invitamos a conocer más sobre las iniciativas que realizan diariamente para las apicultoras en Yucatán fomentando la preservación de los recursos naturales,
“Nosotras las apicultoras antes no teníamos mucho conocimiento de la meliponicultura. Hay muchas cosas que no sabíamos, pero, por medio de estas capacitaciones que hemos tomado, nos han ayudado bastante. Hemos cambiado de vida, pues antes solo éramos bordadoras. ¿Cuánto ganábamos [en aquel momento]? Muy poquito, no había más recursos. En cambio, ahora mi persona ha cambiado mucho”, -Fany Argüelles Parra.
Grupo de Apicultoras
Fany y otras 96 mujeres mayas forman parte de la red de la cooperativa Kuxtalil que representa a 12 unidades productivas en nueve localidades del estado de Yucatán ubicadas en los municipios de Maní, Dzan, Oxkutzcab, Teabo, Chacsinkín y Tekax de apicultoras.
La abeja melipona, o Xunán kab, por su nombre en maya, produce una miel con propiedades medicinales que se ha utilizado desde tiempos ancestrales en la cultura maya.
Como mujeres, muchas veces se han visto excluidas de oportunidades de desarrollo, así que parte del trabajo de la red ha sido implementar talleres de diversas temáticas, entre las que se encuentran el desarrollo humano, la producción, organización, comercialización y administración. Estos esfuerzos ayudan a fortalecer la capacidad, mantener la producción, reforzar la gestión y generar un reconocimiento entre las mujeres de que pueden actuar como agentes de cambio en sus comunidades.
Desde el 2018, el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) apoya con materiales y equipo a la cooperativa para establecer centros de procesamiento que permitan garantizar una producción de calidad, para que las y los clientes puedan beneficiarse de las propiedades únicas de la miel, lo que a su vez conduce a la promoción de la conservación de la biodiversidad, esto es de gran ayuda para las apicultoras.
El PPD del FMAM en México impulsa la apicultura y la meliponicultura con un enfoque integral que incluye la promoción de la conservación de la biodiversidad en el paisaje que provee el néctar y el polen: la selva maya.
La apicultura sirve para proteger la selva circundante en la Península de Yucatán. Foto: © Andrea Egan/PNUD Mexico.
Durante 26 años, ha financiado una red de 76 proyectos de apicultura con visión de territorio, mediante estrategias que son diseñadas por las propias comunidades y promueven el aprendizaje mutuo y la ampliación de las apicultoras. Para la apicultura, se apoya el manejo orgánico y el comercio justo con el fin de generar beneficios ambientales y para los medios de vida.
En el caso de la meliponicultura, el apoyo a este sector permite ofrecer nuevas oportunidades económicas a más de 300 mujeres y hombres, al tiempo que se rescata una especie amenazada por la degradación ambiental y la deforestación. En ambos sectores, el PPD impulsa también cadenas de valor justas, que permiten conectar las y los productores con consumidores responsables.
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